martes, 31 de marzo de 2015

D. Francisco Berruezo López (1841-1917). Parte V


Garrucha se constituyó como municipio independiente el 1 de enero de 1861. Una de las primeras casas consulares que se asentaron en Garrucha al abrigo de los intereses mineros y comerciales fueron las de Inglaterra y Francia. Dada la cada vez mayor importancia del municipio como puerto exportador de las riquezas procedentes, esencialmente, de la minería, se asentaron más agencias consulares de países extranjeros en Garrucha.

Una decena de casas consulares se constituyeron en Garrucha a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX. Al frente de ellas estaban los vicecónsules o agentes consulares, según el país. La mayoría eran españoles agraciados con tal distinción por el país extranjero. Entre las naciones representadas estaban: Francia, Inglaterra, Grecia, Turquía, Austria-Hungría, Portugal, Uruguay, Italia… Un pequeño pueblo del levante almeriense de unos 6000 habitantes a principios de siglo XX con 10 sedes consulares, creo que denota la importancia de Garrucha en su época.

Sello Viceconsular de Portugal en Garrucha
Col. José Berruezo García
Don Francisco Berruezo López fue Vicecónsul de Portugal más de 40 años, siendo el diplomático que más tiempo estuvo en activo en Garrucha. A su muerte en 1917, el viceconsulado fue asumido por su hijo Don Francisco Berruezo Gerez. Esta casa consular estuvo en activo en Garrucha hasta 1928, año en que fue suprimida por Portugal al carecer ya de intereses económicos en la región.

Como curiosidad puede comentarse, que cuando los cantonalistas de Cartagena invadieron Garrucha en octubre de 1873, la casa de Don Francisco Berruezo López no fue saqueada al tener izada en el balcón la bandera de Portugal. No obstante, sus almacenes comerciales no corrieron la misma suerte y fueron saqueados por los invasores.

Por otro lado, a instancia de su amigo, el diputado y senador Don Luis Giménez Cano, Don Francisco Berruezo López fue agraciado por Su Majestad Don Alfonso XII, el 19 de marzo de 1885, con el título de Caballero de la Real Orden de Isabel La Católica.

S.M. Don Alfonso XII y la Cruz de Caballero de la Real Orden de Isabel La Católica

También cabe decir que Don Francisco fue un miembro destacado del célebre Casino de Garrucha y perteneció a la Junta Directiva del mismo. El Casino era un lugar de encuentro de la alta sociedad garruchera donde se charlaba en un clima distendido de política, negocios, cultura... Como rezaba en el artículo 1º de su Reglamento de 1907: Esta sociedad denominada "Casino de Garrucha" tiene por objeto estrechar las relaciones de amistad entre sus asociados, procurándoles, así como a sus familias, los recreos y esparcimientos propios de personas cultas; coadyuvando al mejoramiento moral y material de esta localidad, cuando así lo acuerde.

Asimismo D. Francisco Berruezo tuvo una participación muy notoria en la forja de la Semana Santa y la constitución de Hermandades en Garrucha. Fue uno de los padres fundacionales en 1868 de la hoy conocida como Real, Ilustre y Antigua Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores de Garrucha. (Para más información sobre esta faceta ver: Los Berruezo y la Semana Santa de Garrucha)

Desde un punto de vista histórico, la figura de Don Francisco Berruezo López en los avatares de Garrucha fue muy importante para el municipio. A la vista de lo expuesto en las entradas sobre mi tatarabuelo es necesario elaborar un estudio en mayor profundidad sobre su figura por parte de los actuales historiadores del levante almeriense. La Historia de Garrucha seguirá estando incompleta si no se restituyen en su lugar a aquellos que tanto hicieron por la villa y sus habitantes.

[Continuará]

lunes, 30 de marzo de 2015

D. Francisco Berruezo López (1841-1917). Parte IV


Barranco de El Jaroso. Sierra Almagrera (Cuevas del Almanzora). Finales del siglo XIX. Fotógrafo: José Rodrigo
(http://www.versovia.com/2014/12/un-recorrido-por-la-mineria-y-la-vida.html)

En el siglo XIX hubo un acontecimiento en el levante almeriense que cambió la Historia de los pueblos levantinos y, en especial, de Cuevas del Almanzora y Garrucha. En 1838 fueron descubiertos los filones de plomo argentífero en Sierra Almagrera (Cuevas de Almanzora). Esto provocó el inicio de una auténtica fiebre minera donde la alta burguesía fue la gran beneficiada de este hallazgo. Rápidamente surgieron una serie de fundiciones mineras y se registraron y explotaron decenas de minas, pero no sólo se circunscribió el boom minero a Sierra Almagrera sino también otros lugares cercanos como Bédar, maravillaron al mundo con su ricos minerales de hierro y aportaron enormes beneficios a aquellos que tenían la capacidad económica para desarrollarse en este nuevo y muy lucrativo negocio. En definitiva, una ferviente actividad industrial y comercial dedicada a la minería, que tuvo a Garrucha como puerto exportador de toda la riqueza minera del levante almeriense. Esto hizo de Garrucha la joya de Almería y uno de los embarcaderos industriales y comerciales más importantes de España.

Don Francisco Berruezo López fue uno de los inversores mineros más potentes del levante almeriense. Su inicio en esta actividad debió ser, probablemente, de la mano de su tío, Don Manuel Berruezo Ayora.

Acción Mina Jacoba 1871
D. Francisco Berruezo López, Tesorero

Col. José Berruezo García
Los documentos más antiguos sobre la actividad minera de Don Francisco Berruezo López de los que se tienen constancia, se remontan al año 1871, donde ya aparece, a la edad de 30 años, como Tesorero de la Sociedad de Partido de la Mina JACOBA, situada en el Barranco Jaroso de Sierra Almagrera (Cuevas del Almanzora). Esto hace pensar que su vinculación en la minería pudo ser más antigua a esa fecha de 1871.

La información que se maneja apunta a que a partir de 1871 comenzó a registrar sus propias minas. Llegó a registrar más de 60 minas repartidas por diversos municipios de Almería: Albox, Alcóntar, Antas, Bédar, Lubrín, Lucainena de las Torres, Mojácar, Serón, Turre, Vera… De minerales tales como hierro, plomo o cobre. Algunos de los nombres de su extenso listado de minas eran: Compensación, Los Bandoleros, Purísima Concepción, Mi Paquito, Mi Bernardo, Mi Perico, Mi Concha, Mi María, Mi Madre, Dos Amigos, Reina Regente, Pegote, Virgen del Mar, Virgen de la Cabeza, Constancia, La Saeta, Virgen de las Angustias, Virgen de Viator, Providencia, Recompensa, Nuestra Señora de Guadalupe, Melilla, La Perla, La Providencia, La Sorpresa, Puerto Rico, Purísima Concepción, San Francisco, San José, Santa Ana, La República… Algunas de sus destacadas minas formaron parte de empresas explotadoras extranjeras importantes como Garrucha Iron Mining Company y otras:

El Eco de Levante (Garrucha, 31/8/1900)
El Eco de Levante (Garrucha, 17/6/1900)

Es considerado por el experto investigador minero Don Juan Antonio Soler Jódar como uno de los padres de la minería de Bédar, junto a su tío, Don Manuel Berruezo Ayora, dada la gran cantidad de minas registradas en ese término municipal. Asimismo y gracias a la información aportada por este investigador, se sabe que tras la muerte del célebre Don Ramón Orozco Gerez en 1881, las concesiones propiedad de la sociedad Martinete pasaron a manos de sus herederos, que las mantuvieron bajo una nueva sociedad llamada La Recuperada, fundada en el año 1886 y de la que fue presidente Don Francisco Berruezo López. Accionista y presidente de las minas de la antigua sociedad el Martinete: Júpiter, Vulcano, Tormenta, Borrasca y Carabinera.

Vista general de El Pinar de Bédar. Principios de siglo XX
(http://dipalmeria.dipalme.org/imagenes/pdf.raw?collection=&id=0000000940&lang=es)

Asimismo, Don Francisco Berruezo López, dado los altos intereses mineros que poseía, fue un hombre decisivo en la reunión que se llevó a cabo en Garrucha, el 6 de septiembre de 1887, para la construcción del cable aéreo para la conducción de minerales de hierro explotados del grupo de minas que hay en la diputación de Chive de la Jurisdicción de Lubrín y desde éste a las ricas minas de la Serena en la de Bédar, terminando en las playas de Garrucha, como punto elegido para su embarque y exportación. [sic] Fue el primer ferrocarril áreo, como era llamado en su época, de la provincia de Almería. Empezó a funcionar en septiembre de 1888 y fue construido por la Compañía de Águilas. Este cable, prodigio de la ingeniería, fue el más largo de Europa, ya que recorría 15,6 kilómetros. En una jornada diaria de 10 horas el cable transportaba 800 toneladas de mineral, una vagoneta llegaba a la playa de Garrucha cada 15 segundos. Esto abarató los costes de transporte y aumentó la exportación de mineral de hierro en Garrucha, lo que reportó mayor trabajo para los garrucheros.

Las inversiones mineras de Don Francisco Berruezo López no hicieron más que aumentar de manera muy notoria su ya importante patrimonio, convirtiéndolo en uno de los hombres más destacados en este sector en el levante almeriense, en general, y, en particular, en Garrucha. Fue uno de los máximos exponentes de la Casa Berruezo en la minería.

[Continuará]

domingo, 29 de marzo de 2015

D. Francisco Berruezo López (1841-1917). Parte III


Durante la segunda mitad del siglo XIX se produjo en España el auge del ferrocarril, cuyas líneas no sólo sirvieron para transportar viajeros sino también las mercancías destinadas al consumo y al comercio.

Almería carecía de una infraestructura ferroviaria que pudiera dar salida a la ingente cantidad de productos del campo y de la minería que producía. Es por ello que se vio en el ferrocarril un remedio a estos males.

A finales de la década de los 80, Garrucha comenzó a sufrir una perceptible decadencia por la sensible disminución de la actividad minera de Sierra Almagrera. Esta crisis evidenció la necesidad de que mejoraran las comunicaciones con todos los pueblos de la comarca para que también los productos agrícolas pudieran embarcarse en la rada de Garrucha y se reactivara el comercio y, por tanto, el bienestar y la riqueza de los garrucheros.

Como ya se ha comentado en otras entradas, uno de los males que padecía Garrucha en el siglo XIX era la falta de infraestructuras terrestres que hiciera rentable económicamente el transporte de mercancías por tierra. Por ello, a lo largo del siglo XIX, los prohombes del municipio fomentaron la construcción de líneas de ferrocarril que beneficiarían a Garrucha.

En 1885 se aprobó en el Congreso, dentro del Plan General de ferrocarriles, la construcción de una línea de Calasparra-Lorca-Almería, aunque su trazado no atendía las necesidades de muchos municipios del levante almeriense.

En este contexto histórico, los industriales, comerciantes y vecinos de Garrucha, en general, enviaron en Octubre de 1888 a la Reina Regente Doña María Cristina una carta razonada en la que terminaban rogándole que se variara el trazado del  proyectado ferrocarril de Calasparra a Almería para que pasara también por los pueblos de Vera y Garrucha en su camino costero hacia Almería.

En el gran objetivo de la consecución de la construcción del ferrocarril, Don Francisco Berruezo López tuvo un papel muy destacado. Así, el 22 de noviembre de 1888, siendo Alcalde de Garrucha, convocó una gran reunión en el Ayuntamiento para constituir la que se denominó Junta General Gestora del ferrocarril de Calasparra a Almería por Huércal-Overa.

El Diario de Murcia (Murcia, 1/12/1888)

A la reunión asistieron las autoridades, propietarios, industriales, comerciantes, representantes de los Cuerpos Consulares y personas que llevaban la representación de diversos pueblos de la comarca del Almanzora, con el objetivo de que los concurrentes propusieran y discutiesen los medios más conducentes al logro de que el empalme del ferrocarril de Calasparra a Almería, en proyecto, con el de Murcia a Granada, en construcción, en vez de verificarse en Pulpí, como se proponía por el concesionario de aquel estudio, se efectuase en el punto de Almajalejo (Huércal-Overa) o en cualquier otro que pudiera ser más conveniente dentro de las jurisdicciones de Zurgena ó Huercal-Overa.

En la citada reunión y por votación se eligieron a los componentes de la Junta General Gestora, que resultaron ser:

El Eco de Levante (Garrucha, 4/12/1888)

Uno de los primeros acuerdos de la Junta fue la remisión de un escrito al Ministro de Fomento informándole de la constitución de la misma y su objetivo.

En 1889 creció la ilusión de todos cuando las Cortes aprobaron sacar a subasta las dos secciones del ferrocarril de Calasparra a Almería, pero añadiendo a la sección de Lorca a Almería un ramal desde la estación de Vera; sin embargo, pasaron los años sin que se materializara pese a la reitera insistencia de la citada Junta Gestora.

En junio de 1900, después de una entrevista con Don Ivo Bosch, Presidente de la Compañía de los Ferrocarriles del Sur de España, se constituyó en Garrucha una Junta Local para prestar ayuda a la Junta General en cuantas gestiones fuesen necesarias para conseguir la pronta construcción de la ansiada línea férrea de Lorca a Almería y atender una de las principales peticiones del Sr. Bosch, que era la de que se comprometieran los propietarios de fincas a ceder los terrenos por los que tuviera que pasar la línea férrea, pues la construcción que había hecho del ferrocarril de Linares a Almería sufrió algún que otro retraso por la oposición de alguno de los propietarios de aquellos terrenos.

La Junta Local quedó constituida por las siguientes personas:

El Eco de Levante (Garrucha, 22/6/1900)

El primer gran propietario de Garrucha en manifestar la adhesión a lo comentado por D. Ivo Bosch y la cesión de sus terrenos para la construcción de la línea ferroviaria fue D. Francisco Berruezo López, como se recoge a continuación:
Sr. Director de EL ECO DE LEVANTE.
Muy señor mío y distinguido amigo: Las impresiones traídas de Almería por la comisión gestora que ha conferenciado con D. Ivo Bosch sobre el ferrocarril de Lorca a Almería, han producido en mi el mismo efecto que ha debido causar en todos los buenos hijos amantes de este desventurado país.
Plenamente consciente de que esa línea constituye nuestra redención, soy mantenedor desde un principio de la hermosa idea, y siempre he estado adherido a cuantas personas han trabajado por conseguir la aspiración general.
También estoy persuadido de que las exigencias del Sr. Ivo Bosch son bien legítimas en un todo, y como según los estudios que vi hacer, la línea debe atravesar una finca de mi propiedad, me comprometo desde este momento a poner a disposición del Sr. Bosch todo el terreno que necesite de mi referida finca, no oponiendo dificultad alguna a las obras y sometiéndome a la tasación pericial.
¿Es esto lo que quiere Don Ivo Bosch? ¿Puede venir de este modo la salvación de esta zona? Pues entonces, el Sr. Director, pronto comenzaremos a sentir los efectos de la realización de tan vital asunto, pues no creo ni debe esperarse que un solo propietario se oponga a tan trascendental obra, cuando sus intereses particulares nada pueden sufrir, y es de interés general la construcción de la línea de Lorca a Almería.
          De V. affmo. amigo S. S. Q. B. S. M.
Francisco Berruezo López.

(El Eco de Levante, Garrucha, 6 de mayo de 1900)

Una de las voces más respetadas e importantes de la Garrucha de esos años se había pronunciado al respecto y ante el llamamiento no creo ni debe esperarse que un solo propietario se oponga a tan trascendental obra”, se produjo efecto dominó y, uno tras otro, los propietarios de los terrenos por los que debía pasar la vía del ferrocarril empezaron a adherirse a la causa. Señores como D. Diego López González, D. Jorge Clifton Pecket, D. Benigno de Chávarri, D. Miguel Saéz, D. Juan López Fernández, D. Simón Fuentes, D. José García Suesa, la Sociedad Minera “La Recuperada” a través de su Presidente D. Sixto Espinosa… mandaron a El Eco de Levante escritos similares al de D. Francisco Berruezo López.

Pese a todas las duras e intensas gestiones que desarrollaron estos grandes hombres para la consecución de la construcción del ferrocarril de Lorca a Almería, la magna obra redentora del levante almeriense nunca se llevó a cabo por la falta real de interés del Gobierno de España al observar, posiblemente, la progresiva decadencia económica de la comarca del Almanzora a principios del siglo XX, por la paralización paulatina de la minería. Esto hizo restar importancia comercial e industrial a aquellos municipios y, por tanto, el decaimiento del interés del Gobierno en la construcción del citado ferrocarril. Sin lugar a dudas, la no realización de la dicha obra sentenció a Garrucha a una lenta y cruel agonía que la llevó al retraimiento económico una vez se paralizó por completo la minería como consecuencia de la Primera Guerra Muncial (1914-1918) y la consiguiente crisis económica internacional. No obstante, Don Francisco Berruezo López y sus hijos, destacando la figura de Don Bernardo Berruezo Gerez, junto a los demás prohombres del municipio lucharon ferozmente por aquello que tantos bienes hubiese traído a su querido pueblo, a su querida Garrucha. Hicieron todo lo que estaba en sus manos.

[Continuará]

viernes, 27 de marzo de 2015

D. Francisco Berruezo López (1841-1917). Parte II


En 1854 era apenas un crío de 13 años cuando ya vio en su casa iniciarse los movimientos independentistas de Garrucha respecto de Vera, en los que participó, como se sabe, activamente la familia Berruezo. Fue testigo, por tanto, de primera fila de todos los acontecimientos que supusieron la conquista de la independencia de Garrucha como municipio en 1861. Y cómo su tío, el gran Don Manuel Berruezo Ayora, asumía la Presidencia del primer gobierno constituido en Garrucha. Dando comienzo así a una vinculación total por parte los Berruezo a los destinos del naciente municipio. Siguió los pasos de su tío Don Manuel y no tardó en adentrarse en el mundo de la política.

Para abordar la figura política de Don Francisco Berruezo López existe un inconveniente y es que la principal fuente para conocer su bagaje, las Actas Capitulares de 1870-1889 han sido extraviadas. El historiador D. Juan Grima Cervantes apunta en su obra “Memoria Histórica, Fotográfica y Documental de Garrucha (1861-1936) Volumen II” que debieron perderse estos legajos entre 1920 y 1965, ya que en la primera fecha mencionada los escritores, Don Ramón Cala López y Miguel Flores González-Grano de Oro, los consultaron para la elaboración de su obra Historia de Garrucha y en 1965 hay constancia en el Ayuntamiento de que ya no se conservaban las Actas Capitulares de 1870-1889, al no poder atender la petición de una familia que solicitó información sobre un familiar que residió en Garrucha en esos años. Quizás en un futuro lleguen a aparecer. No obstante, existen otras fuentes alternativas que sirven para ayudarnos a comprender su faceta política vinculada a Garrucha. Estas son el libro Historia de Garrucha, editado en 1921, la prensa de la época, el Boletín Oficial de la Provincia de Almería y el Anuario de comercio, de la Industria, de la magistratura y de la administración, que se publicaba en Madrid en esta época.

En el terreno político, Don Francisco Berruezo López siempre fue de ideología liberal.

D. Emilio Castelar y Ripoll
En septiembre de 1876, invitado por Don Juan Anglada, Diputado a Cortes por el distrito de Vera, pasó unos afables días en Garrucha el expresidente de la I República Don Emilio Castelar. Semejante visita, que ha pasado desapercibida en la Historia de Garrucha, supuso una enorme expectación en Almería y el levante almeriense. Sin lugar a dudas, conocer personalmente a Don Emilio Castelar, el Verbo de la República, influyó decisivamente en el pensamiento político de Don Francisco Berruezo López, lo que le haría avanzar con el tiempo desde las filas liberales hacia las del buen entendido republicanismo posibilista de Castelar.


Nota de La Crónica Meridional (Almería, 13/9/1876)

Se tiene constancia gracias al Anuario-almanque del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración de que en el año 1879 el Alcalde de Garrucha era Don Francisco Berruezo López. Sin embargo, el libro Historia de Garrucha publicado en 1921 y algo impreciso en su relación de regidores comenta que también lo fue en ese año de 1879, Don Sebastián Segura Carrasco. Dicho sea de paso D. Sebastián era consuegro de Don Francisco Berruezo López, al estar casado su hijo D. Pedro Berruezo Gerez con Doña Laura Segura Cayuela. Sea como fuese, bajo la presidencia de uno u otro, que al fin y al cabo eran familia, lo cierto es que el Ayuntamiento de Garrucha declaró gratuita y obligatoria la Enseñanza Primaria, como se preceptuaba en la Ley de 9 de Septiembre de 1857, siendo al parecer el primer municipio de Almería que lo hacía, según noticia del periódico de Almería La Crónica Meridional, a fecha 4 de octubre de 1879:

Por el Sr. Alcalde de Garrucha se ha publicado un bando, haciendo saber que en dicha localidad se ha declarado gratuita y obligatoria la enseñanza, en armonía con lo que se preceptúa en la vigente Ley de 9 de Setiembre de 1857, para cuyo fin se ha consignado en el presupuesto municipal la cantidad de quinientas pesetas por compensación de las retribuciones que debieran satisfacer los niños no pobres.
Para asegurar el cumplimiento de tan útil medida, se han indicado las siguientes disposiciones:
1ª. En el improrrogable término de 20 días que concluirán en 20 del próximo Setiembre, los padres de los niños de seis a once años de edad, justificarán en esta Alcaldía, por medio de una manifestación escrita del Profesor titular de primera enseñanza, la circunstancia de proporcionarles la instrucción primaria elemental que hace obligatoria el art. 7º de la Ley citada de 9 de Setiembre de 1857.
2ª. Al partir desde el 20 de Setiembre próximo, los padres que dejen de cumplir la prevención contenida en el párrafo anterior, incurrirán en la multa de cinco pesetas por cada mes que trascurra hasta que lo verifiquen.
3º. Desde la misma fecha se impondrán por mi autoridad a los padres de los que concurran a la escuela pública por la falta de asistencia que sin causa justificada cometan en cada mes, las multas que expresa la escala proporcional que sigue:
Número de faltas
Multas (Pesetas)
Hasta 3 días
0,5
Hasta 6 días
1
Hasta 9 días
1,5
Hasta 12 días
2
Hasta 15 días
2,5
Hasta 18 días
3
Hasta 21 días
3,5
Hasta 24 días
4
Hasta 27 días
4,5
Hasta 30 días
5

Digno de todo elogio es el acertado acuerdo del ilustrado Ayuntamiento de Garrucha, que debiera ser imitado por todos los de la provincia, como el más seguro medio de organizar la enseñanza en las escuelas y hacer beneficiosos resultados. Ya está demostrado que no es tan ardua tarea la empresa, como por la generalidad se juzga; ¿por qué no se sigue este camino en las demás poblaciones?
(La Crónica Meridional, Almería, 4 de octubre de 1879)

En la década de 1880 Don Francisco Berruezo López se vinculó fuertemente a la política local, fue concejal, regidor síndico y Alcalde de 1887 a 1889. De su labor como máxima autoridad del gobierno municipal destaca su gestión en la organización para la constitución de la Junta General Gestora del ferrocarril de Calasparra a Almería, su impulso hacia la construcción del cable aéreo para el transporte de mineral desde el Pinar de Bédar a Garrucha y su actuación principal en el escrito que se remitió en 1888 al Ministro de Fomento para la construcción de un necesario puerto en Garrucha, aunque por los avatares históricos no comenzó la obra hasta 1931. Asimismo, durante su mandato, el 28 de mayo de 1888 y el 29 de abril de 1889 se cedieron terrenos del Ayuntamiento para la construcción de la Caseta de Sanidad y la primera Caseta de Salvamento de Náufragos. Su participación en el asunto del ferrocarril y de la minería se abordará en próximas entradas.

Aunque en los años sucesivos no volvió a la Alcaldía, siguió teniendo una posición preponderante en la política local. Así, tras el Desastre del 98 reafirmó su posición en el liderazgo del republicanismo de Garrucha. Participó junto a su amigo, el veterano político y anciano D. Enrique Calvet en la reorganización del partido para la constitución de la Junta Directiva de la llamada Unión Republicana en 1902.
Conviene hacer un inciso para situar el contexto histórico. Como ya se comentó en la reseña biográfica de Don Bernardo Berruezo Gerez, el llamado Desastre del 98 originó una opinión crítica con la Restauración Monárquica y el turnismo político liberal-conservador. Este sentimiento fue muy acuciante en Almería, provincia tradicionalmente deprimida y donde los pueblos estaban condenados a sufrir la miseria y el abandono por parte del Gobierno Central.
El asesinato de D. Antonio Cánovas del Castillo en 1897 y la muerte de D. Práxedes Mateo Sagasta en 1903 dieron término a un siglo, a un sistema de turnismo entre conservadores y liberales, iniciado en 1875, que fue exitoso en su momento y que sus sucesores continuaron no con demasiado éxito ante los nuevos problemas políticos, económicos y sociales de España. El terrorismo anarquista, el fulgurante socialismo, las manifestaciones obreras, las crisis económica y política, y la Guerra de África fueron las principales causas que abatieron la España del primer tercio del siglo XX. El asesinato de diversos presidentes del Gobierno como Cánovas, Canalejas o Dato hizo naufragar la estabilidad política del país, que con el turnismo político fue incapaz de navegar ante las dificultades que se le presentaron a la nación; la sinergia de todo esto provocó la irrupción de D. Miguel Primo de Rivera y el inicio de la Dictadura en 1923.
Ante todo esto, el movimiento regeneracionista de Garrucha, del que era partícipe y promotor el veterano y sabio Don Francisco Berruezo López junto a su hijo Don Bernardo, renegaron de la España de la Restauración Borbónica y abrazaron el republicanismo como la única fórmula capaz de hacer resurgir España y llevarla al concierto de los países más desarrollados y progresistas, en general, y, en particular, como la mejor opción para la redención de Garrucha, que había iniciado una progresiva decadencia económica.
Los republicanos de España, dispersos y divididos fueron llamados a la gran unión de fuerzas que convocó el veterano y expresidente de la I República Española, D. Nicolás Salmerón, bajo el partido político Unión Republicana en 1902. Los republicanos de Garrucha, entre los que se encontraban Don Francisco y su hijo, Don Bernardo Berruezo, fueron partícipes principales en la reorganización del partido en el levante almeriense en 1902.
Reunión republicana
Convenidos algunos republicanos de este pueblo, celebraron el domingo último una reunión para designar su Comité o Junta Directiva, contribuyendo así a la reorganización del partido en esta provincia, que se está operando ahora por iniciativa de los elementos de la Unión Republicana de Almería.
Este Comité ha quedado constituido en la siguiente forma:
1)      Presidente: D. Enrique Calvet y Lara
2)      Vicepresidente: D. Francisco Berruezo López
3)      Tesorero: D. Marcos Giménez
4)      Vocales: D. Bernardo Berruezo, D. Cándido González, D. Miguel Martínez, D. Ricardo Guevara, D. Manuel González y D. Pedro Gea.

(El Eco de Levante, Garrucha, 16 de septiembre de 1902)
El 24 de septiembre de 1902 llegó Don Nicolás Salmerón a Almería, diversos actos y banquetes hicieron en su honor sus correligionarios, donde haciendo uso de su retórica, el celebre orador pronunció discursos en pos de la causa republicana como regeneradora de España. Don Pedro Gea, redactor de El Eco de Levante, escribió en Garrucha el siguiente artículo al respecto:
SALMERÓN
Ha llegado a Almería el ilustre expresidente de la República.
Luchando el pueblo almeriense, en su desarrollo y en su aspiración al progreso, con el caciquismo, producto híbrido del oscurantismo y de la libertad, llega allí el sabio demócrata como una esperanza de salvación, y ante su venerable figura, en cuya frente augusta resplandecen a un tiempo la verdad, la austeridad y el talento, se suspenden las luchas mezquinas, se deponen los odios, y todos sin excepción, se descubren con respeto a su paso y le aclaman con júbilo.
Almería, sojuzgada por la majestad del sabio, dirige hacia él su mirada anhelante, como demandándole su redención. Los buenos, los laboriosos, los patricios esperan justicia; los malos, los malversadores de la hacienda pública, los holgazanes, los falseadores de las leyes, los opresores del pueblo esperan perdón.
Salmerón, inmaculado llega a Almería, su tierra natal. Vuelve allí a la vida pública, después de un largo y forzado silencio, durante el cual la patria ha sufrido grandes desastres y está amenazada de mayores peligros por los desaciertos de sus gobernantes, que han quedado desprestigiados por su
Don Nicolás Salmerón y Alonso
torpe gestión. Muerto el jefe del partido conservador e inhabilitado por los años el del partido liberal, ambos partidos están llamados a desaparecer, destruidos por las rencillas de sus prohombres, y arrumbados por los nuevos vientos purificadores político-económico-sociales que ya soplan en la moderna Europa. Muertos también aquellos buenos patriotas que como Pi, Figueras, Castelar y otros, no lograron ver arraigados sus ideales, sólo queda Salmerón, como único capaz de sacar a nuestra patria de su postración.
Se ha dicho ha poco que Almería podía ser la Covadonga de la Marina, pero hay algo más importante que la reconquista de nuestro poderío naval: la redención nacional. Y para eso sí que tiene Almería su D. Pelayo.
Hay que purificar la Administración Pública; hay que suprimir tanto despilfarro, para economizar dinero con que hacer buenos edificios para escuelas públicas, en que se instruya al pueblo, y suprimir el odioso y desmoralizador impuesto de consumos que veja al pobre y arrebata al obrero una buena parte de su jornal. La ignorancia y los consumos son las dos grandes plagas de la Nación, por las cuales vive y se desarrolla el parasitario caciquismo. Hay que reformar la administración de justicia, introduciendo, entre otras mejoras, la de que sean gratuitos para el bracero los procedimientos en las reclamaciones por débitos de su salario. Hay que dar nuevo ambiente y nuevas orientaciones a la vida patria.
A él, a nuestro gran Salmerón, parece estar reservado dar el impulso que nos ha de sacar del cautiverio de los Faraones, sin que necesitemos para ello, ni pasar el mar Rojo, ni caminar por el desierto. Aquí está nuestra tierra prometida, y si es que nos falta vigor para sacudirnos los ambiciosos y aduladores, él nos alentará para ello con la vara mágica de su poderoso genio. Sólo se necesita que él mande y nosotros obedezcamos.
De aquella pléyade de varones ilustres que aparecieron al calor de la revolución del 68, sólo él parmanece en su puesto. Los unos han muerto; los otros han mixtificado sus opiniones. Sólo nos queda Salmerón, encarnando la verdad. Agrupémonos en torno de él para seguir sus consejos.
Si no, ¡ay de España! ¡Ay de  nosotros!
Age (Pedro Gea)

(El Eco de Levante, Garrucha, 30 de septiembre de 1902)
El objetivo general del partido era presentarse con una sóla candidatura republicana a las Elecciones Generales de 1903, donde consiguieron 30 escaños sobre un total de 403 en el Congreso de los Diputados, habiendo subido, con respecto a las Elecciones Generales de 1901, un 114,3%. No obstante, no lograron sacar diputado por la circunscripción de Almería en estas elecciones.
En su programa electoral los republicanos pretendían la restauración de la Constitución de 1869, la proclamación de la República y la convocación de Cortes Constituyentes. Además, como se deja ver en el siguiente artículo de El Eco de Levante, exigían más democracia y la administración federal de los municipios.
O atrás o adelante
– O la autonomía municipal, o lo alcaldes corregidores – cuentan que decía Cánovas a Martos, en un momento de franca expansión, abominando así de nuestro actual régimen constitucional.
– Desde primero de Enero próximo compondrán los Ayuntamientos los mayores contribuyentes de cada municipalidad – dicen que había dicho Maura al tomar posesión del ministerio de Gobernación, en el actual gabinete de Silvela.
En efecto, es preciso a todo trance salir de este término medio que tiene a la nación empantanada en el lodazal de la inmoralidad y de la ignorancia, arrojando la pesada carga de la farsa y la mentira que la inmoviliza.
Si, la centralización, o la descentralización. Por el sistema mixto, ya está comprobado que no podemos mejorar; pues al vado, o al puente.
¿Para qué sufragio universal que no se ejercita? ¿Para qué leyes de asociación que no se practican? ¿Para qué Jurado que se bastardea? ¿Para qué matrimonio civil que se consagra en la iglesia? ¿Para qué Registro Civil que no se cumple? ¿Para qué, en fin, tantas leyes que se burlan, y que solo anuncian el derecho, sin que se lleven al hecho?
Pues sí; la centralización. Más razón tiene Maura que Cánovas. ¡Cuánto más vale estar regidos por los que más contribuyen al sostenimiento de las cargas de la Nación, que no por la cuadrilla de perdidos o aventureros que invaden ahora muchos puestos públicos, y que son el azote de los pueblos! Ni alcaldes corregidores, ni concejales insolventes. ¡Mejores son hombres de responsabilidad!
Si la ley ha de ser cuerda tirante de arriba abajo, más vale cuerda de seda que cuerda de esparto. Ya que ahorque, que no pinche además. Mejor es que constituyan el Concejo los ricos que no ganapanes manejados por caciques ambiciosos, y en vez de alcaldes extraños enviados por el Rey, gobernarán mejor los pueblos los vecinos de los mismos que algún más amor que aquellos han de tener a sus municipalidades. Piensa más razonablemente Maura que Cánovas y su doctrina de gobierno es mejor que la que nos rige hoy en esta nuestra monarquía, vergonzantemente democrático.
Porque democracia es el gobierno del pueblo, y aquí el pueblo no es nada más que víctima del caciquismo. Ni él interviene en las elecciones, ni él fiscaliza los actos de la Administración Pública, ni nadie le da cuenta de la inversión de los fondos comunales. ¿Y para qué? El pueblo es indocto y nada entiende, se deja explotar y siente el malestar y calla, paga lo legal y lo ilegal, y sufre. Por eso, lo menos malo será que seamos gobernados por los pudientes, por los que tengan lo bastante para cubrir sus necesidades; y si además son gentes educadas y de buenos sentimientos, procurarán nuestra instrucción y el alivio de los tributos.
Se me dirá que los ricos son todavía más ambiciosos que los desarrapados, con lo cual estoy conforme; pero dadas nuestras malas costumbres públicas, esas ambiciones toman incremento por lo regular, en el ejercicio de las funciones administrativas del Estado, de la Provincia o del Municipio, y no serían por cierto esos ricos propietarios que son ahora políticos, los que vendrían a administrar los municipios, en el caso de que se pudiera cumplir la idea que se atribuye al Sr. Maura, porque esos mangoneadores de la cosa pública son los que menos pagan, aunque sean los que más posean. Ellos se las saben arreglar de modo que en los amarillamientos figuran por bajo de muchos que tienen menos.
¡Ah! ¡Qué chasco se llevarían si de pronto se ordenase que compusiesen los ayuntamientos los que figuraran como mayores contribuyentes!
Si se han de imponer a los pueblos sus gobernantes – como ocurre actualmente por tetras de la política, –  procúrese a lo menos que tengan esa representación los que valgan o signifiquen algo, y no se fomente la vagancia abriendo las puertas de los Ayuntamientos a los desocupados y a los holgazanos, que son los que componen por lo regular las camarillas de los caciques.
Ahora bien, si se quiere de buena fe que los pueblos se rijan por sí mismos, entonces desbarátense esas marañas de expedientes de incapacidad, procesos de Ayuntamientos, competencias, etc. en que tanto papel juegan los gobernadores, Comisiones provinciales y demás servidores de caciques y ministros de doble faz. Simplifíquese la ley electoral, para que a todos los electores les sea fácil su comprensión y su ejercicio. Respétese el resultado del escrutinio. No intervenga el Estado para nada en la administración de los pueblos, y que cada uno se vote los tributos que juzgue indispensables para su desenvolvimiento. Pida el gobierno a cada uno prudentemente lo necesario para las cargas generales del Estado, y cada municipio cobre y reparta, sin intervención del Poder central, lo bastante para cubrir su presupuesto. Obren con independencia los pueblos y las regiones, aunque eslabonadas en la organización del Estado. Implántese, en conclusión, el régimen federal. Cuando los pueblos sean dueños de sus destinos, pobres o ricos, los ciudadanos más dignos serán los elevados, y no como ahora los que menos merecen.
De ese modo la prosperidad de España sería indudable. Regiones y pueblos habría que quedarían atrasados por lo pronto; pero el estímulo de las otras les haría tomar su ejemplo para adelantar como ellas.
Más razón tenía Cánovas que Maura, cuando aquel deseaba para España la autonomía municipal.
Nuestros políticos, ni irán atrás, ni irán adelante, ni procurarán tampoco la instrucción del pueblo. Así continuaremos todavía en este modus vivendi, emprociéndonos y sin ilustrarnos; sin democracia y sin despotismo, hasta que los extranjeros se hayan apoderado de todas nuestra riqueza; y entonces pensaremos en nuestro mejoramiento, y ya será tarde.
Malpocado.

(El Eco de Levante, Garrucha, 16 de diciembre de 1902)

Los republicanos españoles unidos bajo la Unión Republicana se prepararon para dar un nuevo empujón a su unificada fuerza en las Elecciones Generales del 10 de septiembre de 1905. Aunque perdieron tres escaños respecto a las Elecciones de 1903, se produjeron importantes victorias en
D. Augusto Barcia
Madrid, Cataluña y Valencia. En Almería consiguieron que el íntimo amigo de la familia Berruezo, Pepe Jesús, como era popularmente conocido D. José Jesús García Gómez, fuera diputado por la circunscripción almeriense.


Unos años más tarde, próximo a su fallecimiento en 1917, Don Francisco Berruezo López militaba en las filas de su amigo Don Augusto Barcia Trelles, diputado a Cortes por el distrito de Vera de 1916 a 1923 y que llegó a ser Ministro de la Gobernación, de Estado y Presidente del Consejo de Ministros de la II República durante la Guerra Civil Española.


[Continuará]

lunes, 23 de marzo de 2015

D. Francisco Berruezo López (1841-1917). Parte I


Hablar de Don Francisco Berruezo López es hablar de la Garrucha del esplendor, de su época dorada, de la gran villa cosmopolita, comercial e industrial que fue, de aquel próspero pueblo que fue bautizado con toda la razón como La Pequeña San Sebastián.

Don Francisco nació en Viator (Almería) el 18 de abril de 1841. Era hijo de D. Pedro Berruezo Ayora, empleado de la Real Hacienda y veterano de la primera guerra carlista, y de Dña. María Teresa López Moraga, perteneciente a una familia acomodada asentada en Viator.
Don Francisco Berruezo López
Col. José Berruezo García
Cortesía María Luisa Alías Berruezo

Fue educado en el seno de una familia de profunda convicción liberal, tanto su padre como sus tíos se habían distinguido en las filas isabelinas como militares de pundonor durante la primera guerra carlista. 

Asentado en Garrucha posiblemente a temprana edad, estuvo bajo la influencia de su poderoso tío, Don Manuel Berruezo Ayora, ya que de él aprendió los entresijos de la gestión comercial.

El 4 de marzo de 1865 contrajo matrimonio en Garrucha con Dña. María del Mar Gerez Segura, hija de Don Bernardo Gerez Soler, un importante personaje en la Historia del municipio, íntimo amigo de Don Manuel Berruezo y por ende de la Familia Berruezo. Al casarse con la única hija viva de Don Bernardo Gerez Soler, el destino de las familias Gerez y Berruezo quedaron sellados. Fue un matrimonio feliz y fruto de él nacieron seis hijos: María (1866-1937), Concepción (1868-1952), Pedro (1871-1952), Bernardo (1875-1908), Francisco (1879, fallecido a los pocos meses de su nacimiento) y Francisco (1882-1971). Don Francisco Berruezo López se preocupó de dar a sus hijos la mejor educación posible dentro de los parámetros marcados por la alta burguesía almeriense del último tercio del siglo XIX.

Se conoce que en 1865 recibió de su tío, el gran empresario Don Manuel Berruezo Ayora, poderes absolutos para la gestión de su comercio, lo que da idea de la alta confianza que tenía en él para estos asuntos. Aprendió y heredó de Don Manuel una capacidad innata para los negocios y en poco tiempo destacó como uno de los mayores comerciantes de Garrucha. A pesar de tener la capacidad legal para asumir y llevar los negocios de su tío D. Manuel, Don Francisco, como joven emprendedor que fue, decidió abrir su propia casa comercial en 1865, aunque eso sí, respetando el comercio de Don Manuel Berruezo Ayora y no siendo su competencia en Garrucha. La idea familiar era abarcar el máximo poder empresarial bajo un mismo apellido, el Berruezo.

Membrete de una de sus cartas comerciales.
(Archivo Fundación Sancho El Sabio)

Tal fue su dinamismo comercial que en 1867 y con tan sólo 26 años era el comerciante más próspero de Garrucha, como así se recoge en el Boletín Oficial de la Provincia de Almería al destacarlo como el mayor contribuyente de Garrucha de clase mercantil.

Vista parcial de la extensa lista de mayores contribuyentes
de clase mercantil de la provincia de Almería.
Don Francisco Berruezo López consta como el mayor
 contribuyente de Garrucha de clase mercantil.

(BOPA, 29/9/1867)

De su comercio se conoce que se dedicó tanto al por mayor como al por menor. En las cartas comerciales que se han conservado, dirigidas a los Sres. Hermanos Alesán del comercio de Barcelona, se observa que entre las diversas mercancías con las que comerciaba estaban: jabón, corteza de granada, vinos, mármol, madera, harina… En definitiva, y como el propio Don Francisco Berruezo López dijo: Diversos productos del país por mi cuenta y en comisión. Se exponen a continuación un par de ejemplos de sus anuncios publicados en la prensa:

Gaceta Minera y Comercial de Murcia (1885)

Anuncio en el La Opinión Pública (Garrucha, 24/4/1892)

También se adentró en el mundo industrial. Se tiene constancia de su participación en la industria harinera, con una fábrica para tal misión en Mojácar; en la industria del mármol, con los derechos de explotación de una cantera de mármol en Macael; en la industria naviera y pesquera, con la adquisición en propiedad de diversas embarcaciones de pesca en Garrucha; en la industria minera, siendo uno de los padres de la minería de Bédar; en la industria hortelana, etcétera. Su faceta minera se abordará en una próxima entrada dada su importancia.

A continuación se expone la relación de los mayores contribuyentes de Garrucha, según la cuota territorial (primera columna) e industrial (segunda columna), publicado en el Boletín Oficial de la Provincia de Almería en 1877. Se puede observar la destacada posición de la familia Berruezo en el municipio, Don Francisco Berruezo López era el mayor contribuyente de clase industrial (500 pesetas) junto con la familia Orozco. Para hacernos una idea de la magnitud de esta equiparación, los Orozco eran la familia más rica de toda Almería. También destaca su primo, Don Pedro Berruezo Soler, como el mayor contribuyente de clase territorial (108 pesetas y 41 céntimos) en Garrucha. En 1879 D. Francisco Berruezo López era el mayor contribuyente de clase territorial del municipio (620 pesetas y 99 céntimos). Todo esto da idea de la posición de los Berruezo en el siglo XIX en Garrucha.

Boletín Oficial de la Provincia de Almería (9 de noviembre de 1877)

Otra faceta profesional de este destacado personaje para la Historia familiar y de Garrucha fue la consignación de buques. Se encargaba de la comisión, consignación, representación y fletamento de navíos. En una época en la que Garrucha vivía su siglo de oro, con la llegada de buques de pasajeros y mercantes, diariamente, para cargar y descargar desde mercancías varias hasta las riquezas minerales que atesoraban las fructíferas minas del levante almeriense, era un negocio que originaba grandes beneficios.

Asimismo, Don Francisco Berruezo López fue una suerte de banquero en Garrucha, ya que se tiene constancia de que concedía préstamos a 0% de interés y largo plazo, lo que da idea de su bondadoso carácter y su afán de ayudar a sus convecinos. Además de ser un manirroto para aquellos paisanos que veía necesitados. Esta solidaridad y carácter caritativo fue transmitido a sus hijos, y particularmente a su primogénito varón, el Alcalde Don Pedro Berruezo Gerez, como ya se verá en su momento.

También se dedicó a la compraventa de propiedades y al desarrollo de una agricultura sostenible, dentro de lo entendible en su época. Poseía diversos cortijos situados en Antas, Vera, Sorbas, Garrucha (a las afueras), Turre, Cuevas del Almanzora… De entre todas sus posesiones destacaba una de ellas, su legendaria finca situada en Sierra Cabrera (Turre, Almería). Una enorme finca para recreo familiar y caza. Fue tan grande y famosa en su época que llegó a decirse popularmente que Sierra Cabrera era de los Berruezo. Como curiosidad, la finca incluía una torre árabe datada en el siglo XI. Hoy día se encuentra esta antigua propiedad de la familia Berruezo donde está situado el Restaurante Los Pastores. 

Nota del periódico El Eco de Levante (Garrucha, 24/6/1902)

Ya se sabe que desde 1895 delegó en su hijo Don Bernardo Berruezo Gerez, bajo su tutela, toda la gestión comercial y de consignación de buques de la Casa Berruezo para dedicarse con mayor ahínco a los asuntos mineros y las propiedades, que tantos beneficios le aportaron.

[Continuará]